La histeria fiscal se extiende por las ciudades turísticas|El País

Otra tasa no resuelve decenios de imprevisión municipal.

Y como desde los años 60 la gestión del turismo ha sido entre mala y pésima, los ayuntamientos (incluyendo el de Madrid, que pretende imponer una tasa como la de Barcelona) quieren solucionar una larga cadena de errores actuando sin piedad sobre el eslabón final: se impone una tasa al que no duerma en la ciudad y problema resuelto. Y si no es bastante, se aprobará una tarifa sobre las bermudas o las gafas de sol. Pero ¿que se busca con esta floración de impuestos? Quizá disuadir a los turistas de venir a Barcelona, porque en la ciudad no caben ocho millones de turistas; o tal vez se trate de que permanezcan más tiempo en la capital, en cuyo caso no están poniendo el cebo adecuado en el anzuelo; o aumentar los ingresos, porque Barcelona está mal financiada, como todos los municipios, y ha decidido, como los malos restauradores, que lo ideal es esquilmar al viajero.

http://elpais.com/elpais/2016/04/30/opinion/1462037706_303480.html

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